domingo, 27 de abril de 2008

Semana Santa en La Puebla

Mi Semana Santa parecía que iba a ser igual que otras de otros años, pero ha sido distinta para mi desde el punto de vista espiritual, he tenido más tiempo libre y la he disfrutado mejor; Pero lo mejor para mí fué ayudar a montar el monumento donde se guardaría al Santísimo durante el Jueves Santo y el Viernes Santo.

Han sido momentos de fraternidad, en mi propia familia y con los miembros de la parroquia con los que apenas tenemos contacto. No ha sido solo engalanar un rincón para el Señor, ha sido preparar entre todos un rincón en nuestro corazón para nuestro Cristo.
Aparte de esto, como ya sabéis, aquí tenemos Nifra y Ofs, los hermanos hemos estado haciendo varias actividades, como un turno de vela al Santísimo, la Hora Santa Franciscana en nuestro convento y participar en la Vigilia de Resurrección en el Convento de las MMCCFF (Madres Concepcionistas Franciscanas), allí nos reunimos todos, los niños y los no tan niños, fué una experiencia muy bonita, allí estabamos las tres ordenes de San Francisco, en una Iglesia preciosa donde teníamos a Santa Clara, Santa Beatriz y a San Francisco allá donde mirásemos, el momento más emocionante fué el rito del fuego para encender el nuevo cirio pascual, no solo por lo que significa sino porque a mí y a otros hermanos nos pareció que todos nos estabamos implicando tanto en la ceremonia en repartir el fuego de la vela de unos a otros que parecíamos una gran familia renaciendo junto a Nuestro Señor.

Además, Oscar y yo estuvimos la noche del Jueves Santo de madrugada en el Castillo de Montalbán, (está deshabitado desde hace 400 años y hay que ir totalmente a oscuras) hablando con los hermanos de otra orden que ya habíamos dado por desparecida, Los Templarios, si, auntenticos caballeros de la Orden del Temple que siguiendo una antigua costumbre van todos los años allí a realizar sus rituales y para hablar con gente que como nosotros nos acercamos con curiosidad a ver que hay de cierto en ello. Nuestro contacto fué muy agradable y además pudimos intercambiar impresiones sobre nuestra fé y el respeto mutuo.

Y bueno, eso es todo por aquí, ya sé que por Rivadabia se lo pasaron genial, asique.. a ver si nos contais algo aqui resumido.

Un abrazo.
Esther Cordero.

No hay comentarios: